sábado, 25 de junio de 2016

Diagnóstico de los círculos y Podemos


Fui muy entusiasta cuando se crearon los círculos en Podemos y participe eufórico en dos de ellos, por eso quiero abordar hoy después de dos años de andadura su trayectoria. Pido a mis lectoras y lectores si los hay sus opiniones al respecto ya que estoy elaborando un diagnóstico sobre este asunto que me preocupa y ocupa, ya que siento que los círculos son un espacio de participación necesario, afable y creativo, pero no siempre lograron consolidarse y establecer una linea de trabajo sostenible. Y por esto antes de ponerme sesudo a escribir quisiera preguntaros. 
¿Por qué los círculos de Podemos en muchos lugares no funcionaron? dejarme en comentarios vuestras aportaciones por favor. Gracias.

TASOC y Participación


Si las y los TASOC nos hemos preparado para analizar, diagnosticar y motivar a las personas para que acepten, asuman y protagonicen el cambio, por qué no lo hacemos. Esta pregunta no es retórica, yo sé por qué no lo hacemos, porque no nos dejan. Desde la administración pública que es el territorio donde actuamos con mas frecuencia nos consideran como un mal necesario. Entre la soberbia descomunal de los políticos nacionales y el resquemor clasista de los funcionarios memoriones, los TASOC parecemos el jamón del triste emparedado nacional.
Recientemente nuestras competencias son más demandadas con matices, porque se ha puesto de moda la participación. ¡Oh! Sí ahora a la población le toca participar, y por qué?. Porque hay un decreto ley que así lo establece y porque hay una demanda popular que así lo exige, no es por el convencimiento de los partidos, ni porque los propios técnicos y funcionarios que se han caído del guindo por fín y se han dado cuenta de que sus metodologías de despachos están obsoletas, no, simplemente es porque ahora es lo que toca. Es triste decirlo pero es la verdad.
Pocas administraciones abordan la participación como un compromiso de educación para la democracia, que es lo que es. Y por eso fracasan porque sin el convencimiento y la motivación adecuada es casi imposible hacer las cosas bien en esto de la participación. Participar es un proceso didáctico, antes que nada, no vayamos a creer que es un objetivo porque entonces estamos cometiendo el primer error. No se trata de alcanzar algo individualmente, ni grupalmente. No es una meta a la que el pelotón estirado se aproxima con unos líderes en cabeza que al fin cruzan meta y poco a poco a poco los rezagados vamos alcanzando la linea final. No.
Participar es un proceso en el que estamos involucrados todas y todos y hasta que no entendamos esto no vamos a lograr que funcione. Se requiere una didactica de participación con un enfoque Freire, eso implica elevar al educando a una categoría superior de igual, eso es lo primero se necesita, una horizontalidad pedagógica, pero la realidad es tozuda. Con demasiada frecuencia vemos “expertos y expertas” en participación ejerciendo un dirigismo inercial incapaz de convencer, sólo de seducir. Los grandes oradores, dinamizadores, los coatching son lo que son, sofistas.
El milagro no surje después de comprender un discurso, ni de hacer una dinámica diseñada para fomentar el fenómeno de Pigmalión. Si hay un milagro posible será después de un proceso interno, propio y reflexivo. Kurt Lewin dijo que “el todo es superior que la suma de sus partes” eso se olvida con demasiada frecuencia. 
Muchos dinamizadores controlan a los grupos que dinamizan con una inflexibilidad antipedagógica, no saben aprovechar el potencial de los miembros y sus egos se proyectan en el control de la manada.