El
Círculo Silencioso
ANTECEDENTES
Esta
dinámica la diseñé para grandes grupos, porque detecté que en las
reuniones a las que asistía, asambleas multitudinarias sucedían una
situaciones no deseadas, dinámicas espontáneas, eventos y
contingencias que impedían o entorpecían los procesos de
integración y de participación. Uno de los disparadores de estas
situaciones era la monopolización de la palabra y, por consiguiente,
el excesivo liderazgo de aquellos que, normalmente siendo hombres,
usaban y abusaban de su voz como elemento de imposición y control.
Las mujeres por las características de su voz, más aguda, menos
grave o con menos volumen, suelen ser relegadas o silenciadas.
Además
la palabra hablada, la oratoria y el orden del día exigen un manejo
muy específico de los tiempos y del orden, lo que a veces impide
escuchar a todas las personas de un grupo o un equipo en un debate.
En los equipos de trabajo y en los debates de las asambleas de los
movimientos sociales el uso de la palabra es un elemento demasiado
recurrente y excluyente como para renunciar a otras formas de
comunicación.
El
Círculo Silencioso plantea el reto de renunciar a la palabra hablada
y sólo emplear la palabra escrita, con o sin apoyo de aplicaciones
informáticas, y cuando ya haya sido elegido el criterio, se usará
el código gesticular o el lenguaje de signos, durante la segunda
fase para formar el círculo.
PARADIGMAS
He
escuchado con demasiada frecuencia lo difícil que es ponerse de
acuerdo a través de aplicaciones, o que lo virtual es peor que lo
presencial. Que a lo virtual le falta músculo, realismo, humanismo y
verdad, en fín hemos escuchado muchas teorías, también
afirmaciones sobre que los seres humanos nos comunicamos mejor
mirándonos a los ojos, que la comunicación tiene matices y
elementos, que se pierden si tu no ves al otro. Sin poner en duda,
que alguna de estas afirmaciones son ciertas, no deja de ser un
paradigma que hay que poner a prueba y como en toda retórica la
lógica de los sofismas, a veces nos juegan trampas dialécticas que
debemos desmontar.
Las
dinámicas además de perseguir objetivos y fomentar procesos, sirven
para cuestionar paradigmas. El Círculo Silencioso busca poner en
cuestión las asambleas presenciales y su eficacia. Si para acordar y
debatir se usa exclusivamente la palabra como vehículo de
comunicación, las reglas de uso, las características de la fonética
y de la retórica adquieren un valor indeseado de seducción, a la
hora debatir asuntos sobre la verdad, la belleza, la justicia, o la
bondad.
Las
afirmaciones categóricas, que suelen sustentar un paradigma, no
siempre se soportan por la realidad, es decir que si ponemos a prueba
en un laboratorio social un paradigma popular, puede que este no se
confirme.
Contra
el paradigma de que es muy difícil llegar a acuerdos y casi
imposible llegar por unanimidad, esta dinámica pretende experimentar
que no están difícil y que a veces nuestras propios prejuicios nos
impiden experimentar estas posibilidades.
OBJETIVOS
Conocer
las diferentes argumentaciones de los miembros de un equipo, sin
interrupciones, sin matices fonéticos.
Hacer
procesos de reflexión sobre las intervenciones con un sistema de
escritura breve. Experimentar un debate con el manejo de algunas
aplicaciones informáticas.
Experimentar
los procesos de debate, consenso y unanimidad.
Vivenciar
debates virtuales a través de herramientas informáticas.
Desarrollar
un tarea de organización espacial solamente con gestos.
Ponerse
de acuerdo en todos los posibles criterios por consenso.
Colocarse
en círculo en gradiente, una vez aceptado el criterio usando gestos
únicamente.
Experimentar
a través de la comunicación gesticular, el orden correcto de mayor
y menor por unanimidad.
DESCRIPCIÓN:
Esta
dinámica busca que el grupo se organice, primero para llegar a un
consenso sin hablar, usando el lenguaje escrito y después
gesticulando. Una vez que se llega a establecer que criterio, se
trata de organizarse por unanimidad para colocarse en gradiente de
menos a más. Se trata de que un grupo grande experimente diferentes
procesos de consenso, debate y votación usando diferentes medios de
comunicación y aplicaciones informática. Para ello es importante
que se sigan las instrucciones y que nadie intente hacer las cosas de
otra forma. Para poder experimentar un proceso y reflexionar sobre él
es necesario que se siga un proceso con unas pautas controlables.
Esta
dinámica se divide en tres fases. En la primera fase, se pide al
grupo que se organice para hacer un proceso de debate, para alcanzar
un objetivo que es hacer una gran círculo. Para ello deben debatir y
consensuar a través de una aplicación informática como:, WhatsApp,
Loomio, Agora Voting o simples SMS.
En
la segunda fase debe organizar ese círculo sin usar palabras,
sonidos o mensajes, sólo gestos.
Y
en la tercera fase se debe de hacer una reflexión grupal sobre lo
experimentado durante la dinámica.
Lo
primero que deben establecer son las reglas del juego, es decir lo
que si se puede hacer y decir y lo que no. El facilitador debe de
dejar muy claro que durante la primer etapa no se pueden establecer
más que los criterios de colocación por consenso sin hablar sólo
con mensajes por escrito. Una vez definidas las reglas por todos,
deberán empezar a consensuar a través de mensajes escritos, qué
criterio van a seguir en ese círculo. La primera fase termina
exactamente cuando ya han decidido el criterio, entonces se deshacen
de los móviles, no se pueden envuiar mensajes y pasan a la segunda
fase. El facilitador debe de velar que no se rompan las reglas.
El
grupo puede elegir el criterio que quieran que determinará cómo se
colocarán en la segunda fase. Ejemplos de criterios: por la altura
de los integrantes de mayor a menos altura, por la edad, por el
peso, por la formación académica, por el color de la piel, o por
la ideología política. Una vez acordado esto se pintará o se
colocará una hoja de papel en el piso con los dos signos, el de + y
el de - para establecer donde empieza el gradiente. En esa parte
estarán los miembros del grupo con más y con menos, altura, peso,
edad, es decir donde están las mayores diferencias.
CRONOGRAMA
Esta
dinámica requiere de un tiempo que lo determinará en gran medida el
número de integrantes. Pero puede establecerse para grupos pequeños
de 15 a 50 entre treinta minutos a una hora, evidentemente para
grupos mayores se pueden extender la dinámica a 90 minutos.
SUPERVISIÓN
Y CONTROL
Es
importante que eñ grupo no quebrante las reglas del silencio y que
tampoco use elementos escritos para ponerse de acuerdo en la segunda
parte, por eso el facilitador o facilitadora deben estar pendientes
de que cuando el grupo alcance el consenso sobre el criterio a elegir
no se usen los mensajes escritos y sólo se comuniquen a través de
gestos y signos con las manos.
Esta
dinámica ha sido diseñada por Omar Ramos en 2016. dentro de las
actividades del Taller de Empoderamiento Ciudadano del Ayuntamiento
de Oviedo.