lunes, 28 de febrero de 2011

Escucha a tu corazón

EL ARTE DE LOS LATIDOS.

Amaba el escenario, pero carecía del más mínimo talento como actriz. No lo descubrió por sí misma, se lo dijeron todos los directores de New York. Hoy, 27 años después, Sue Whitebeat, uno de los grandes mitos del teatro independiente norteamericano, ha impedido que una multinacional patentara el método que ella creó y utilizó para conseguir una actuación impecable: “la terapia de los latidos del corazón”.
El origen de su hallazgo se produjo en el invierno de 1981, cuando viajó a Louisiana para visitar a sus padres. Cenaron. Tras desahogarse de sus repetidos fracasos artísticos, Sue cerró los ojos. Poco a poco, el sonido de los latidos la fue envolviendo con suavidad, alejándola de sus sollozos, quitándole el peso de sus recuerdos, desvaneciendo cada uno de los rostros, olvidando hasta su propio nombre, regresando al principio. Tuvo la sensación de que podía elegir ser cualquier persona… cualquier personaje. Abrió los ojos, retiró la cabeza del pecho de su madre y le pidió que le dejase grabar los latidos de su corazón.
De regreso en casa, con la cabeza fría y el ánimo repuesto, dudó sobre el proyecto que estaba por abordar. Era una locura. Sin embargo, no lo consideró una estupidez, y ese espacio que quedó entre ambos calificativos la entusiasmó. ¿Por qué no puedo volver a nacer cuantas veces quiera? Se dijo en voz alta para zanjar el tema. A continuación, se dispuso a regresar al útero de su madre, colocando en el reproductor la cinta con los latidos. Cerró los ojos.
Experimentó por su cuenta durante varios meses. Cada vez que escuchaba la cinta, se quedaba dormida —error que corregiría—. Y si bien despertaba con la mente en blanco, rápidamente era consciente al detalle de su personalidad real. Hecho que consideró lógico, aunque decidió sacar del dormitorio todo lo dispensable, dejando sólo la cama y el reproductor de cintas, para así reducir al máximo las posibilidades de ser influenciada. Además, sabía que despertar con la mente en blanco no significaba gran cosa porque, a lo largo de su vida, eso le había sucedido innumerables veces. No obstante, lo rescatable y alentador era que ahora le sucedía siempre que realizaba el ejercicio. A partir de establecer esa consecuencia directa, comenzó a probar muchas combinaciones con tres variantes básicas: la hora para iniciar la terapia, los elementos del entorno y su persona, alterando su vestuario y maquillaje. Consiguió ciertos avances y alguno que otro papel en obras de poca importancia. Su nivel mejoraba, pero a un ritmo que a Sue le producía insatisfacción. Estaba segura de que podía sacar mucho más partido a esa cinta.
Buscó el asesoramiento de un profesional, el psicólogo James Forgas, profesor de la Universidad de Columbia y miembro de la junta de NYPH. Dijo que lo pensaría. Dos minutos después, salió de su despacho, miró a ambos lados del pasillo, la vio, corrió hasta alcanzarla y se comprometió a ayudarla. Pactaron una discreción mutua. La reputación del doctor estaba en juego y el secreto profesional de Sue también.
James Forgas perfeccionó la metodología de Sue. Trabajó con dos cintas en planos distintos y a destiempo. Después de dos horas de latidos, se activaba la segunda en un plano más bajo que la primera, emitiendo sonidos y mensajes que pudo haber escuchado en su gestación un personaje determinado. Los detalles eran mínimos, pero muy precisos, y para determinarlos se requería profundizar minuciosamente en el historial psíquico del individuo a emular. Sue mejoró notablemente. Quizá por esa seguridad, rechazó las ofertas de Broadway y se aventuró a producir sus propias obras de teatro sin volver a pisar un escenario con rótulos de neón. Acompañando esa decisión, cambió su apellido original, Callverac, por Whitebeat. En 1997, sin dar ninguna explicación, dejó de actuar.
El doctor Forgas, paralelamente, investigó los efectos de escuchar los latidos del corazón materno en sus pacientes con depresiones crónicas, obteniendo resultados más que satisfactorios. El 85% de los que intervinieron en el tratamiento fueron dados de alta y, a día de hoy, ninguno ha recaído. Analizando los casos del 15% restante, se observó que seis de las ocho progenitoras de estos individuos habían atravesado diversas situaciones traumáticas a lo largo del embarazo.
Durante el proceso, notó que la terapia ayudaba también a curar enfermedades físicas, desde simples catarros hasta tumores malignos. Forgas sostiene que al escuchar el sonido del corazón de la madre el inconsciente del sujeto se transporta al momento de la gestación, favoreciendo dos aspectos principales: el estado de bienestar y la regeneración celular.

A mediados de 2007, NYPH Corporation, la institución que ha financiado las investigaciones del doctor Forgas desde 1984, solicitó la patente de la terapia. Viendo sus excelentes resultados, ellos estimaron ganar más de cuatro billones de dólares al año. Cobrarían por cada grabación de latidos maternos en cualquier entidad pública o privada de Norteamérica y en otros países donde existiesen leyes rigurosas para proteger los derechos de autor. Ante esta posibilidad, Sue entró a juicio para impedir algo tan ruin y estúpido, alegando que ella fue la precursora de dicha práctica. James Forgas testificó a su favor, asegurando el uso libre de “la terapia de los latidos del corazón”.
Cuando su madre le preguntó a Sue por qué había dejado la actuación, ella le respondió: “No lo hice, sólo dejé de actuar en público. Me centré en mí, en mi personaje, para explorar una a una, desde cero, sin nostalgia de ninguna, todas mis facetas posibles”.
Por cortesía de Susana Fernández.

domingo, 27 de febrero de 2011

Una sospecha confirmada

Los adultos jóvenes con trastorno de hiperactividad por déficit de la atención mostraron más creatividad que los que no sufren ese trastorno, conocido en inglés por la sigla de ADHD, según indica un nuevo estudio.

Los investigadores de la Universidad de Michigan y del Colegio Eckerd también encontraron que los individuos con ADHD prefieren diferentes estilos de pensamiento. Les gusta generar ideas pero no son buenos cuando se trata de completar las tareas.

La autora principal Holly White, profesora asistente de psicología en Eckerd, y Priti Shah, profesora asociada en la UM, replicaron su estudio de 2006 y los resultados mostraron que los individuos con ADHD tienen un mejor desempeño en las pruebas estandarizadas de creatividad.

La investigación previa acerca de los individuos con ADHD se había enfocado en las medidas de creatividad de laboratorio.

“Sabíamos que los individuos con ADHD se desempeñan mejor en las mediciones de laboratorio sobre el pensamiento divergente, pero no sabíamos si eso se reflejaría en logros en la vida real. El estudio actual sugiere que así ocurre”, dijo Shah.

El pensamiento divergente involucra la generación de varias soluciones posibles para un problema.

El ADHD es un trastorno neuropsicológico que involucra la deficiencia de la atención, la impulsividad y la hiperactividad. La mayoría de los individuos adquiere el trastorno en la infancia y éste persiste en la adultez. En general interfiere con la capacidad de la persona para ajustarse a la vida académica y social.

Sesenta estudiantes universitarios (la mitad de ellos con ADHD) completaron un cuestionario acerca de su nivel de logros en lo que se refiere a la creatividad en diez áreas, tales como humor, música y artes visuales, artes culinarias, inventos y escritura. Los individuos con ADHD alcanzaron mejores puntuaciones que los individuos sin el trastorno.

Otro cuestionario evaluó el estilo creativo preferido de la persona: el que aclara, es decir que define y estructura el problema; el ‘ideador’ que gusta de generar ideas; el desarrollador, que elabora o refina ideas y soluciones; y los ejecutores, que incorporan una idea refinada en un producto o solución final.

Los participantes sin ADHD prefirieron la clarificación del problema y el desarrollo de ideas. Los individuos con ADHD prefirieron el estilo “ideador”. El conocer el estilo creativo puede ayudar en la identificación de carreras adecuadas a los puntos fuertes y las debilidades de los individuos con ADHD, señalaron las investigadoras.

Las investigadoras también señalaron que sus resultados podrían atribuirse, en parte, a que los examinados fueron estudiantes universitarios, que pueden conformar un grupo de población con ADHD con motivación peculiar y exitoso. Sin embargo se aseguraron de que los participantes con ADHD y sin ADHD en la muestra tuvieran similares logros académicos. Los individuos que no tienen un buen desempeño académico pueden beneficiarse al saber que puede haber compensacionnes asociadas con el ADHD. Con una motivación adicional para superar las dificultades en la planificación, atención e impulsividad, pueden ser capaces de sacar ventajas de su fortaleza creativa, dijo Shah.

Las conclusiones se publican en la edición actual de la revista Personality and Individual Differences. (Fuente: U. Michigan

COMENTARIO EDITORIAL:

Una sociedad como la nuestra cimentada en valorar la acumulación de datos sobre la aportación de nuevas ideas, habría premiado durante siglos en pruebas de acceso, oposiciones y exámenes a esas personas que memorizan la información porque no tienen el síndrome de deficiencia de la atención. Por el contrario aquellos que a pesar de tener una mente más creativa, no tenían el don de la atención centrado en aumentar su capacidad memorística eran relegados por ello, suspendidos, reprobados. Esto se sigue practicando en trabajos, escuelas y universidades, premiando a la memoria por encima de la creatividad. En España se une esta injusticia a ese defecto nacional que padecemos, el no saber valorar las ideas por si mismas, si no por quién las dice. Esperemos que algún día esas pruebas de memoria con las que la gran criba social condena al paro a los creativos cambie y se empiece a valorar la respuesta ante planteamientos profesionales que requieran soluciones innovadoras y creativas. Llagará el día que para hacer determinadas oposiciones en vez de preguntarte cuantos artículos tenía aquel proyecto de ley que se presento en 1981, te pidan que hagas un planteamiento creativo, que encuentres una solución, que diseñes un programa, o que redactes un proyecto, entonces sólo entonces podremos volver a gritar, como lo hicimos en Mayo del 68: La imaginación al poder. Al fin.

viernes, 18 de febrero de 2011

¿Pruebas de acceso?

Hola, hace tiempo que no nos leíamos, las prácticas nos tenían secuestrados. Bien, llegó el momento de retomar nuestro blog y ahora además han sucedido algunas cosas que merecen nuestra atención, se trata de las pruebas de acceso a la universidad que pretenden imponer a los titulados en los grados superiores, como es nuestro caso.